¿Qué tan grave es la apnea del sueño?

La apnea del sueño es un trastorno que provoca paradas respiratorias durante algunos segundos durante el sueño. Esta alteración, que puede ser crónica, se produce por el cierre de la vía respiratoria superior (fosas nasales, boca, faringe y laringe) impidiendo que el aire llegue a los pulmones durante ese tiempo. 

La apnea es uno de los trastornos respiratorios más comunes entre la población, aunque mucha gente desconoce que lo padece y por ende nunca fue diagnosticado.

En principio, es importante saber que existen tres variantes diferentes de la apnea de sueño. Ellas son:

1- Apnea obstructiva del sueño: por lo general, causada por el estrechamiento o bloqueo de las vías respiratorias. 

2- Apnea central del sueño: producida cuando el cerebro no envía señales a los músculos que se encargan de la respiración. 

3- Apnea mixta: combina ambas apneas, y es menos frecuente pero más peligrosa. 

Factores que aumentan los riesgos de tener apnea del sueño

Como en la mayoría de las enfermedades, existen factores que pueden aumentar el riesgo de padecer apneas de sueño. Los más frecuentes son: la edad; el sexo, ya que es más común en hombres; el sobrepeso y la obesidad; los antecedentes familiares y el consumo de alcohol, tabaco o tranquilizantes. 

Síntomas o cómo detectarla

En la apnea del sueño, la respiración se corta durante algunos segundos, provocando un sonido o ronquido fuerte que generalmente interrumpe el sueño. Por lo tanto, el paciente que la sufre duerme mal, y despierta con sensación de cansancio.  Esta falta de sueño también derivará en otros síntomas que permitirán detectar una apnea del sueño. Por ejemplo: 

  • Dolor de cabeza. 
  • Molestias en el tórax.
  • Insomnio. 
  • Hipersomnia. 
  • Problemas de atención e irritabilidad. 
  • Pérdida del deseo sexual. 
  • Ronquidos.

Cómo tratar la apnea del sueño

Si no se trata, puede derivar en graves problemas de salud. Algunos de ellos son empeoramiento de la memoria, falta de atención o aparición de algunas complicaciones como cardiopatía isquémica, ictus, hipertensión y hasta tumores. También fatiga diaria, presión arterial alta, diabetes, trastornos en el metabolismo y otros problemas. 

Teniendo en cuenta todo esto, es más que natural querer tratarla a tiempo. En la mayoría de los casos, el método más eficaz es el uso de los dispositivos Cpap. El cpap introduce aire al cuerpo del paciente a través de una mascarilla nasal que impide las pausas en la respiración. Así, también se reducen los riesgos y síntomas asociados a la apnea del sueño. 

Además, la buena noticia es que el Cpap funciona desde el primer día de su uso. Es decir, puede ser un gran cambio en la cotidianidad de las personas la introducción de uno de estos dispositivos como terapia para dormir mejor. 

Otros consejos para dormir mejor

Sin dudas, si bien el Cpap será fundamental para el tratamiento de la apnea del sueño, para la Medicina del Sueño hay algunos factores que influyen a la hora de conseguir un descanso de calidad. Por eso, seguir algunas pautas pueden ayudar al paciente que sufre a dormir mejor y despertar descansado. Por ejemplo: 

  • Ir a dormir siempre a la misma hora. 
  • Levantarse a la misma hora. 
  • Eliminar el consumo de cafeína al menos 6 horas antes de ir a la cama. 
  • Eliminar el consumo de alcohol o drogas. 
  • Apagar las pantallas, incluido el celular, al menos 2 horas antes de ir a dormir. 
  • Si ayuda, hacer una meditación o relajación antes de entrar en la cama.
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