¿Cómo Dormir Mejor?

Hay muchos factores en la vida que pueden afectar al sueño, desde el estrés del trabajo y las responsabilidades familiares hasta desafíos inesperados como enfermedades o lesiones.

Los patrones de sueño varían enormemente en función de las necesidades individuales. Si una persona no está durmiendo lo que el cuerpo necesita, es hora de hacer algunos cambios sencillos. 

El primer paso es adoptar buenos hábitos, como hacer ejercicio con regularidad o seguir una dieta saludable con muchas proteínas y evitar las bebidas azucaradas; esto hará que la persona tenga ganas de ir a dormir y, al mismo tiempo, aumentará la concentración durante las horas de luz. Otra forma sería incorporar la meditación a la vida diaria, que según los estudios ayuda a las personas a descansar mejor que las que no lo hacen.

Consejos para Dormir mejor 

Respetar los horarios de sueño

La cantidad de sueño recomendada para un adulto sano es de al menos siete horas. La mayoría de las personas no necesitan pasar más de ocho horas en la cama para lograr este objetivo.

Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. Es importante que la diferencia de horas de sueño entre las noches de la semana y las del fin de semana no sea superior a una hora. Ser constante refuerza el ciclo de sueño y vigilia del cuerpo.

Se recomienda que si la persona no se duerme después de 20 minutos, realice alguna actividad relajante. Puede ser leer un libro o escuchar música relajante. Se sugiere repetir este procedimiento tantas veces como sea necesario.

Comer y Beber de Forma Saludable

En particular, evitar  las comidas pesadas o muy abundantes un par de horas antes de acostarse. Ese malestar puede mantener a la persona despierta.

También hay que tener cuidado con la nicotina, la cafeína y el alcohol. Los efectos estimulantes de la nicotina y la cafeína tardan varias horas en desaparecer y pueden causar estragos en la calidad del sueño. Y aunque el alcohol puede provocar somnolencia, puede interrumpir el sueño más tarde en la noche.

Crear un entorno relajante

Crear una habitación ideal para dormir. Esto significa una habitación fresca, oscura y tranquila. La exposición a la luz puede dificultar la conciliación del sueño. Evitar el uso prolongado de pantallas que emitan luz justo antes de acostarse. Sugerimos la posibilidad de utilizar cortinas para oscurecer la habitación, tapones para los oídos, un ventilador u otros dispositivos para crear un entorno que se adapte a sus necesidades.

Realizar actividades relajantes antes de acostarse, como bañarse o utilizar técnicas de relajación, puede favorecer un mejor sueño.

Limite las siestas diurnas

Las siestas largas durante el día pueden interferir con el sueño nocturno. Si usted decide dormir la siesta, no lo haga durante más de 30 minutos ni a última hora de la tarde.

Sin embargo, si una persona trabaja por la noche, es posible que necesite una siesta a última hora del día antes del trabajo para compensar la falta de sueño.

Incorporar  la actividad física a la rutina diaria

La actividad física regular ayuda a dormir mejor. Sin embargo, evite el exceso de actividad cerca de la hora de acostarse. También, recomendamos pasar tiempo al aire libre todos los días también puede ser útil.

Controlar  las preocupaciones

Intentar  resolver las preocupaciones o inquietudes antes de irse a dormir. 

La gestión del estrés puede ayudarte. 

Recomendamos empezar por lo más básico, como organizarse, establecer prioridades y delegar tareas. La meditación también puede ayudar a aliviar la ansiedad. Para más información, puedes visitar nuestra página web.

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